martes, 19 de julio de 2011

La fuerza nos viene del obstáculo

     Para la tropa ricotera (esa que anda siempre a la espera, como una braza que no se extingue, que destella bajo) hay una serie bien definida de términos que participan de su vademécum. Hoy nos interesa especialmente uno: el de estado de ánimo. Solari se encargó de instalarlo. En un célebre tema, cómo no, pero también en esas esporádicas entrevistas que huelen a humo de cigarrillo mezclado con whisky en cuartos oscuros. O sótanos, si quisiéramos atizar el espíritu conspirativo psicobolche de la banda (recordemos que alguna vez un comisario se refirió a sus seguidores como el grupo subversivo de mayor talante durante los años noventa; algo exagerado). En cierta ocasión, Solari expresó que “el estado de ánimo es el único que puede avisarle a la gente que le han escatimado la razón de estar vivo”. Bien. Estemos atentos al estado de ánimo.
    Desde la derrota del domingo pasado en la CABA (hondo), descubrí a varios amigos hurgando en sus genes K para mejorar, precisamente, su estado de ánimo. Y en esa aventura noté que buena parte encontraba su talismán en uno de las más místicas características del kirchnerismo: se fortalece en las malas, dicen. Empíricamente cierto. Eso sí, tendremos que olvidarnos de las falacias del inductivismo para convertir ese dato sobre el pasado en un pronóstico. Pero no importa, porque como es bien probable que en las próximas semanas se nos caigan dos provincias encima, lo mejor va a ser agrandarse para cuidar el ánimo.
Recuerdo un pasaje de Rayuela en la que el héroe -Oliveira, sí, Oliveira es un héroe- propone un juego que consiste en relacionar palabras aparentemente desvinculadas a partir de una serie de concatenaciones más o menos lógicas. Por ejemplo: pestillo y raíz. La seguidilla sería: pestillo-puerta; puerta-madera; madera-árbol; árbol-raíz. Me la hice fácil, obvio. Pero supongo que quedo claro: es una especie de asociación no-libre. Juguemos a lo mismo: ¿cómo vincular estado de ánimo político con sublimación? La respuesta que sigue intenta dar cuenta de la lógica que subyace al ya célebre “nos fortalecemos en las malas”.
Sigo a Žižek (como siempre). Para él hay dos modos de comprender la relación entre un objeto/objetivo, un obstáculo y la intensidad del deseo con el que perseguimos ese objeto. La fórmula más habitual es: los obstáculos, al dificultarme el acceso a la cosa, “elevan su precio”, intensifican mis ganas de tenerla. Es decir, el objeto está ahí, voy por él y en el camino me encuentro con ciertos estorbos que me dificultan la llegada. Por ende, cuando llego, el placer es inmensamente mayor. El ejemplo obvio es el de la conquista. Cuanto más cuesta, más dulce. Pero según Žižek esta tesis encierra un engaño. Afirma: “los obstáculos externos que contrariarían nuestro acceso al objeto crean la ilusión de que, sin ellos, el objeto sería accesible directamente; lo que estos obstáculos ocultan es la imposibilidad intrínseca de alcanzar el objeto...la única manera de alcanzar el objeto es indirectamente, en un camino desviado: proceder directamente garantiza que no daremos en el blanco...”. La diferencia entre una fórmula y otra es bien tajante: en la primera, lo primero es el objeto, es decir, el objeto “está ahí”, antes que los obstáculos. En la segunda, son los obstáculos los que crean al objeto, literalemente. No hay posibilidad de dar con el objeto directamente. Existe porque existen los obstáculos.
    Digámoslo de una: el kirchnerismo es Žižekiano, se inclina por la segunda ecuación. Sí uno observa las grandes medidas, esas que, insisto, tensan la relación de fuerzas en favor de los sectores populares y las minorías postergadas, la mayoría de ellas son acciones por reacción. Tomemos por ejemplo la ley de medios y la estatización de las AFJP. La primera fue impulsada por el gobierno cuando advirtió -luego del conflicto con las patronales agropecuarias- que iba a ser imposible radicalizar el proceso si los medios masivos de comunicación seguían en manos de intereses privados-corporativos-capitalistas-y todo lo malo y hediondo del mundo (va en serio). La estatización de los fondos de las AFJP, igual: la propia Cristina, al anunciar a Boudou como candidato a vice, afirmó que la medida había sido elaborada como reacción a la crisis financiera mundial. Algo parecido podría decirse de la Asignación Universal por Hijo. Los niveles de inflación la reclamaban. Esto de ninguna manera le quita méritos al gobierno. Podrían no haber tomado esas medidas. Si las tomó es porque reacciona “popularmente” a los inconvenientes políticos/económicos que van brotando. No estaban en su programa político porque el programa de un gobierno popular se hace al andar, depende del oleaje constante de la relación de fuerzas. Dicho con los términos anteriores, el objeto es producido por los obstáculos. Claro que el impulso primigenio (si es que existe tal cosa como una causa última, lo dudo mucho) es la decisión de favorecer a los sectores populares y a los intereses nacionales en detrimento de las clases dominantes y el capital internacional. Pero a partir de ahí, lo que siguen son obstáculos. Y esos obstáculos, otra vez, son los que nos indican dónde disparar, cuál es el blanco. Así fue que con el conflicto en torno a la 125 y las operetas de prensa en contra, muchos descubrieron que había que ir por los medios de comunicación: el bloqueo a la comunicación popular produjo la ley de medios. A causa de la crisis mundial, otros descubrieron que ya no resulta síntoma de buena salud que a uno le quieran prestar plata: las barreras levantadas contra el Estado argentino para financiarse en el mercado arrojó luz sobre los fondos en manos del mercado (AFJP). Uno sólo se tienta de jugar el ancho de espada en primera mano si antes le jugaron el de basto.
     Y de esto trata la sublimación. Una vez que aparecen los obstáculos, que irrumpen los cortes de ruta de la Sociedad Rural, que los medios recortan el mundo en favor de los intereses dominantes, que la city financiera impulsa una corrida contra el peso, que los barones traicionan, que la CGT...ah no, eso todavía no paso, en fin, una vez que los obstáculos surgen, decía, ahí es cuando la ley de medios y la estatización de las AFJP pasan a ocupar un lugar que antes no ocupaban. Relucen, se convierten en los objetos más preciados, más sublimes.
     El camino a la utopía es sinuoso e impredecible. Es la rendija que se abre entre lo que nos van tirando en el camino cuando nos ponemos en marcha. Es paradójico pero, a veces, los enemigos nos dicen por dónde ir. Por eso nos “fortalecemos en las malas”.
    De acá a octubre nos van a apedrear por todos lados. Ya tuvimos Shoklender, Rachid, los nietos de Noble, las operaciones de prensa montadas sobre la derrota en capital. Habrá más, démoslo por descontado. Pero ya lo sabemos: el genio k -nuestro estado de ánimo- extrae sus fuerzas de la de nuestros adversarios. Por eso les aconsejaría a los poderosos de siempre que si quieren demorar nuestra victoria histórica, se queden quietos.
   

3 comentarios:

Marco dijo...

El karometro me arrojó una presión de 100000Kpa. No hay tormenta a la vista, ya que sin importar que lluevan piedras nosotros podemos más. Complicado.

Gabriel Palumbo dijo...

estimado Niño, cumplo en leer. Algunas notas, sueltas. No puedo acompañar ni la pasión ricotera (la tuve, como tuve juventud) por loq eu esa parte la dejo para que usted y sus contemporáneos la disfrute. Sobre lo que si me gustaría expresar cierta incomodidad, para decirlo de algún modo, es sobre lo que me parece es la tesis que sostiene el texto. Es una constante en el universo kirchnerista esta cuestión de sentirse resistentes sin advertir que están en pleno uso del poder político. No entiendo como, en realidad creo que lo pueden hacer porque del otro lado no hay nadie, se puede insistir en que están sufriendo algo así como una persecución cuando están sentados encima del poder político. Proponer una narración épica y redentorista reduciendo a su faz agonal a la política es la marca del kirchnerismo, hasta que les sirva, lo van a utilizar.

Ezequiel Cufari dijo...

Hola. Creo que la tesis central "el kirchnerismo se fortalece en las malas", aún cuando comparta el análisis que se hace de ella en el post, puede llevar a la ausencia de autocrítica por ejemplo con lo ocurrido en las elecciones de la ciudad. ¿Filmus perdió por la campaña de macri/durán barba ó por errores propios? hablé con votantes de macri que lo iban a votar porque les había iluminado la plaza de su barrio por primera vez ó por las bicisendas y con otros que lo votaban solo para "hacer oposición" al gob nac, mientras que filmus seguía planteando grandes temas y grandes debates (ahora con su "bs as para todos" sigue acríticamente en la misma dirección).Además si bien muchas piedras "vienen de afuera" ¿no hay ninguna piedra que el kirchnerismo se haya puesto a sí mismo? (ejemplo: indec)
Saludos